7 Joyas del Geoparque Villuercas Ibores Jara

El Geoparque Villuercas Ibores Jara, es una de las respuestas que el viajero obtiene a la pregunta de ¿qué hacer en Extremadura? Este territorio situado en la provincia de Cáceres ofrece un gran entorno para la realización de actividades en la naturaleza y turismo rural.

Desde la observación de aves hasta la visita a pueblos con encanto donde poder disfrutar de una abundante oferta gastronómica y aprender de su historia y patrimonio. Sin olvidarnos, por su puesto, de diferentes rutas de senderismo y geológicas.

En este artículo os contamos seis de las joyas que podemos encontrar en este espacio natural de incalculable valor geológico.

Guadalupe

Fachada del Monasterio desde la Plaza de Santa María de Guadalupe

Este pequeño pueblo cacereño guarda en su interior una de los tesoros de Extremadura, El Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993. Su construcción consta de elementos mudéjares, renacentistas y barrocos. Entre sus paredes alberga obras de Goya, Juan de Flandes, El Greco o Zurbarán. El claustro mudéjar es considerado una de las piezas más sobresalientes dentro del estilo. En su parte central se eleva un templete de estilo gótico-mudéjar.

Pero Guadalupe no es solo su formidable monasterio. En esta localidad situada en el corazón de las Villuercas podemos encontrar un casco histórico con la típica arquitectura de la sierra. Sus balcones, soportales, plazuelas y calles empedradas conservan el encanto y la sencillez de otras épocas. Son de especial relevancia la Plaza de Santa María de Guadalupe, en cuya fuente se bautizaron a los primeros indios que Colón trajo consigo tras el descubrimiento de América, los arcos medievales y la plazuela de los Tres Chorros, sin olvidarse del estupendo paseo que nos ofrece la calle Sevilla.

Pico Villuercas

Vista desde el Pico Villuercas

El Risco de la Villuerca o Pico Villuercas se encuantra muy cerca de la localidad de Guadalupe y es la mayor cima de los Montes de Toledo con 1600 metros de altura. Es accesible en coche desde la carretera de Navezuelas a Cañamero por las Acebadillas o desde la ermita del Humilladero en Guadalupe. En la cima nos espera un helipuerto, una base militar abandonada y una gran panorámica.

Merecen mucho la pena las vistas desde esta localización siendo también un punto de referencia para los amantes de la astronomía. Desde el Pico Villuercas podemos observar la Vía Láctea, desde la Constelación de Sagitario hasta la Constelación del Cisne, además de la Nebulosa de Norteamérica.

Estrecho de la Peña Amarilla

Estrecho de la Peña Amarilla

Al este de la población de Alía, en la carretera que une la localidad con el Puerto de San Vicente, encontramos este afloramiento de cuarcitas armoricanas. El nombre del lugar proviene de los líquenes que recubren las rocas que le dan ese característico color amarillo.

Este es además un punto privilegiado para la observación de aves dentro del Geoparque Villuercas Ibores Jara. Destaca principalmente la colonia de buitre leonado que se asienta en los cortados.

Castaños de Calabazas

Castaño de Calabazas

Desde el pueblo de Castañar de Ibor sale una ruta de senderismo conocida como la ruta a los Castaños y Chorrera de Calabazas. En esta ruta podremos disfrutar de ejemplares centenarios que fueron declarados árboles singulares de Extremadura. Destaca entre todos ellos el Castaño del Postuero con más de 700 años de antigüedad, un diámetro de 8 metros y 17 metros de altura. Un entorno que se vuelve mágico durante los meses de otoño con su explosión de colores amarillos, dorados, rojizos y púrpuras.

En la misma localidad de Castañar de Ibor se encuentra lo que podríamos denominar como la cueva más exclusiva de toda España. Un número muy limitado de visitantes al año están autorizados a entrar a este monumento natural incluido en la Red de Áreas protegidas de la Comunidad Autónoma de Extremadura. La calidad, variedad y exclusividad de los espeleotemas y de los cristales de aragonito que embellecen las paredes motivaron su reconocimiento como monumento natural. Estas restricciones tan duras tratan de preservar el microclima existente en la cavidad.

Desfiladero del Pedroso

Dentro del desfiladero del Pedroso

En el término del pueblo de Villar del Pedroso y en tierras ocupadas por vetones y romanos. Tras cruzar el puente sobre el río Tajo que sale de la localidad de Puente del Arzobispo encontramos una vereda que nos conduce al desfiladero tras un pequeño paseo de unos 2 km.

En este lugar podemos observar formas típicas de la erosión del berrocal como las piedras en seta y las piedras caballeras. El arroyo del Pedroso se encaja entre las formaciones graníticas dejando para nuestro disfrute la formación de cascadas y marmitas de gigante.

Charco de la Trucha

Cascada en la Garganta de la Trucha

A nuestro parecer quizás uno de los espacios naturales más bonitos de la comarca de Las Villuercas. Dentro del término municipal de Alía nos encontramos con un lugar de difícil acceso encajonado entre dos crestones de cuarcita. Podremos aproximarnos en vehículo si disponemos de un 4×4 y la última parte se tendrá que hacer andando necesariamente siguiendo la Garganta de la Trucha. En el trayecto hacia el Charco podremos disfrutar también varias cascadas que embellecen más si cabe la ruta. El premio es sobrecogedor. Un lugar impresionante por su gigantesca pared inclinada hacia el charco, al cual ofrece sombra durante todo el día, su cascada y su verdor. 

Lorera de la Trucha

En el Sinclinal del Guadarranque protegidos por las cadenas Apalachenses de la Sierra de Altamira y la Sierra de Palomera encontramos la mayor concentración de loro (Prunus Lusitanica) de la península. Árboles cuyo origen se remonta a más de 3 millones de años cuando el clima de la península era mucha más cálido y húmedo y esta especie arbórea ocupaba una gran extensión.

Actualmente el loro se encuentra en pequeñas colonias, principalmente en barrancos y zonas de umbría, cerca de cursos de agua para tratar de recrear lo más posible aquellos ambientes húmedos y cálidos en los que tuvo su origen. Es de casi obligado cumplimiento visitar tanto la lorera como el Charco de la Trucha para que la excursión por el Geoparque Villuercas Ibores Jara sea memorable.

Y lo que nos queda…

Por supuesto, existen muchísimos rincones más que bien merecen el calificativo de joyas del Geoparque Villuercas Ibores Jara. Pero las vamos a reservar para uno de los siguientes artículos del blog de Senderismo Extremadura.

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